“¡Feliz día de la desigualdad, la intolerancia, la discriminación y la hipocresía social!”
Tú puedes hablarme, pero yo no.
Tú puedes mirarme, pero yo no.
Tú puedes tocarme, pero yo no.
Tú puedes manipularme y hacerme sentir,
como una mierda y quitarme las ganas de vivir,
pero yo no...
Tú puedes meterme mano sin permiso, pero yo no.
Tú puedes mirarme con lujuria y lascivia, pero yo
no.
Tú puedes usarme y tirarme como un juguete, pero
yo no,
Tú puedes torturarme, reírte y abusar de mí,
hacer que mi vida carezca de sentido sin ti,
pero yo no...
Por una falsa igualdad es por lo que lucháis,
al reclamar un trato especial os equivocáis,
y es que en la diferencia no hay semejanza.
Solo los que respetan y no buscan venganza,
podrán decir que no han acabado siendo,
el mismo monstruo que estaban combatiendo.
Tú puedes sentir orgullo, pero yo no.
Tú puedes pedir respeto, pero yo no.
Tú puedes amar libremente, pero yo no.
Tú puedes manipularme y hacerme sentir,
como una mierda y quitarme las ganas de vivir,
pero yo no...
Tú puedes ondear la bandera del desagravio, pero
yo no.
Tú puedes pedir y reclamar compensaciones, pero yo
no
Tú tienes la ley y la justicia de tu parte, pero
yo no.
Tú puedes torturarme, reírte y abusar de mí,
hacer que mi vida carezca de sentido sin ti,
pero yo no...
Por una falsa igualdad es por lo que lucháis,
al reclamar un trato especial os equivocáis,
y es que en la diferencia no hay semejanza.
Solo los que respetan y no buscan venganza,
podrán decir que no han acabado siendo,
el mismo monstruo que estaban combatiendo.
Ya sé que la vida es tremendamente injusta,
y es que nunca habrá dos seres iguales,
pero no dejemos que la escoria y la chusma,
ondeen la bandera de nuestro mártires
que
lucharon por nuestro derechos fraternales.
Si tú puedes, yo también puedo.
Si tú quieres, yo también quiero.
Si tú tienes, yo también tengo.
Si tú obtienes, yo también obtengo.
Si tú debes, yo también debo.
Si tú luchas, yo también lucharé,
Si tú sufres, yo también lo haré,
Si tú lloras, pondré mi brazo sobre tu hombro,
y sin pedirte nada a cambio te consolaré.
Por una falsa igualdad es por lo que lucháis,
al reclamar un trato especial os equivocáis,
y es que en la diferencia no hay semejanza.
Solo los que respetan y no buscan venganza,
podrán decir que no han acabado siendo,
el mismo monstruo que estaban combatiendo.