la brisa cálida
del verano invita a una ñoña nostalgia,
el día muere
largo y viejo, la joven noche muere de repente,
dejándote
con ganas de saborear esta dulce y festiva salvia.
Y quiero más,
quiero mucho
más,
por que
vivir la vida,
jamás está
de más.
El colchón
cruje con enojo, el prójimo suspira de envidia,
el sudor de
la carne desnuda resbala y empapa la sabana,
ella reza a
todos los dioses, el prosigue con desidia,
por que no
sé preocupa por lo que pueda recibir mañana.
Y quiere más,
quiere mucho
más,
por que
vivir la vida,
jamás está
de más.
Las luces
ciegan al ciego, la música ensordece al sordo,
los niños
buenos beben y juegan a ser duros y malotes,
las niñeras
con sus novios, los padres demasiado gordos,
como para
ver que su angelito está besando los barrotes.
Y quieren más,
quieren
mucho más,
por que
vivir la vida,
jamás está
de más.
El banco me
regala el dinero,
y yo lo
quemo con mucho esmero.
El gobierno
me quiere prisionero,
por que me
divierto con mucho esmero.
El motor
ruge con desespero, el sol brilla con orgullo,
el asfalto
gira y se retuerce queriendo expulsarme,
mi casa con jardín
me odia, aun puedo oír su mormullo,
me largo
antes de que el invierno venga y me desarme.
Y quiero más,
quiero mucho
más,
por que
vivir la vida,
jamás está
de más.
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