Sangre en cada paso que doy,
en cada casa donde estoy,
en cada pueblo donde voy,
sangre de ayer y de hoy.
Sangre en las piedras,
que dejo atrás en estas tierras,
camino a la cueva en que te encierras,
donde tu alma te dejó pero tu cuerpo me espera.
Sangre en tus ojos,
odio, orgullo, rencor y enojo,
de tu ser eres solo un despojo,
naciste, visite y moriste cojo.
Sangre en tu boca,
que sale de ella y se desboca,
al chocar en tu cabeza loca,
mi puño duro como una roca.
Sangre en el camino,
ahora por fin te has dormido,
por siempre tu alma se ha ido
y a mi me importa un comino,
por qué de mí ya has salido,
y de matarte me he arrepentido.
Sangre en el camino,
derramada por un corazón herido,
cansado de haber sentido,
y no haber sido correspondido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario