Levanto la
mirada,
y me dejas
parado,
abres la
boca,
ya me has
desarmado.
¿Quién soy
yo para girar la cara,
a quien
viene entonando buena palabra?
Pareces una
viuda, vestida de negro
con los
mismos ropajes que yo llevo,
pero yo los
llevo en blanco viejo.
Y ahora
dime, ¿por qué estás de duelo,
si tu gozas
de lo que yo tanto anhelo?
Tu risa es
nerviosa,
y tus manos tiemblan,
una lagrima
brota,
tus defensas
quiebran.
¿Tanto me
echas de menos? Venga va, no está de más,
que coja y
me suba contigo y te acompañe hacia dónde vas.
Y aunque sea
por un rato pensar que no te has ido,
y que esto
no es nada más que un encuentro fortuito.
Y canciones
que mágicamente,
me vienen a
mi loca cabeza,
y que hacen mágicamente,
algo
precioso de este momento.
Me siento a
tu lado y te digo:
¿Que tal,
Lico Manuel, que tal?
Que cansado
que estoy.
Ahora mejor
es olvidar...
Como quería, deseaba y necesitaba ese abrazo.
¿Qué haré si de ese instante aún conservo
ResponderEliminaruna duda que en silencio me mata?
No sé si en la vigilia o en el sueño
No sé cuándo vinieron tus palabras.
si vienen a robarme la cordura
déjalas salir, déjalas que salgan.
Es un vaivén de miedo y de ternura
el viaje que termina, presiento,
con una despedida más tenue que dura.
Somos dos tontos de espaldas al tiempo
mirando cómo se aleja la nada.
Todo lo que digo sabe a lo siento
todas las frases al final se callan.
y jugaremos a guerra en la selva,
fingiremos que la herida está cerrada.
Conserva la calma,
ResponderEliminarconserva la cordura,
que yo hace tiempo perdí.
Aunque ambos sabemos,
que ambos queremos,
ahogarnos e hundirnos,
en esta agridulce locura.
Por favor ahora yo te pido
que no sueñes mas conmigo,
pero si no lo puedes evitar,
aprovecha para hacer y decir,
todo lo que desees y quieras,
todo lo que no podrás hacer,
en esta triste y vaga realidad.
¿Cuando nos dejaremos de tonterías,
y llamaremos las cosas por su nombre?