Como si el tiempo,
se hubiese parado,
pausado, detenido,
en la primavera de la vida,
joven flor cuyos pétalos,
se abren para esparcir su semilla,
allí donde las lleve el viento...
...me encuentro así yo,
con tu recuerdo,
con tu mención,
con tu mirada,
y tus besos traicioneros.
Estómago revuelto,
o mariposas de hormonas,
que aletean en mi torrente sanguíneo,
eterno quinceañero,
eterno adolescente,
de sangre y mente caliente…
...y se me altera el pulso,
la sangre,
con tu recuerdo,
con tu mención,
con tu mirada,
y tus besos traicioneros.
Aires de primavera,
en el Zeigeist,
de unas calles,
y de una gente,
que me ha renovado el alma.
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