No hay mayor pena,
que la soledad que me causa tu ausencia.
La ausencia de tus abrazos,
la falta de tus labios,
la suavidad de tus brazos,
el calor de tus mejillas.
El estruendo de tus gemidos,
el cosquilleo de tus nalgas,
el temor en tus latidos,
la angustia de tus ojos.
La soledad sin tu presencia,
la soledad sin tu voz,
la soledad sin tu mirada,
la soledad en tu ausencia.
No hay mayor pena,
que la soledad que me causa tu ausencia.
Somos idiotas, nena...
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