Por la mañana eres un niño, por la noche un viejo,
y al día siguiente solo queda tu cuerpo.
Pasarás a ser triste polvo de antaño.
Y tú sigues corriendo…
Bien sentados en la butaca que les pertoca,
ellos bailan y danzan al son de tus tambores,
y aquél que ose salirse de tus labores,
tarde o temprano en su sitio le colocas.
Y tú sigues bailando…
Eres instrumento de medición y de control,
creado por un ser de tiempo y espacio,
finito, para apaciguar su vital dolor.
Eterno como eres, implacable, sin perdón,
seguirás jugando con nosotros despacio,
porque tú no eres esclavo, tú eres patrón.
Por siempre, seguirás corriendo...
¡Buenas! He estado fisgoneando por tu blog, y me ha sorprendido muchísimo. Me ha impresionado todo lo que he leído...¡Tienes muchisimo talento! Me quedaré por aquí, escudriñando tus textos ;) ¡Ya tienes una nueva fan!
ResponderEliminarMuchas gracias Lucía. Me alegro que te haya gustado lo hay publicado y espero que te guste todo lo que voy a ir publicando. Un saludo! :)
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